Es el árbol del deseo, de la diosa que nos regala plenitud y sabiduría. Los zahoríes lo conocen bien como un gran aliado de la intuición.
Puede alcanzar los diez metros de altura, tiene una copa amplia y extendida, y sus flores, en forma de amentos, aparecen desde el mes de enero hasta el mes de abril. Las masculinas, laterales y colgantes, permanecen en el árbol hasta después de que las hojas se desprendan en otoño. Las femeninas parten de una yema en forma de estrella roja, para aparecer debajo de las flores masculinas, lateralmente, rematando los ramos. Sus frutos harán nuestras delicias, y las de otros mamíferos y aves, desde agosto hasta octubre.