Amanece... ¡que no es poco!
Las inter-conexiones configuran una red que nos sostiene y nos permite comunicarnos de corazón a corazón.
Contemplemos y escuchemos desde ese lugar donde uno ya no está...
Buenos días a todos.
Maitrī
Amanece... ¡que no es poco!
Aunque muchos se aferran a las apariencias engañosas, la vida no es como las sombras chinas.
¡Despierta!
¡Que no se te pase la vida sin haberla vivido!
Buenos días a todos.
Amanece... ¡que no es poco!
Llegó la primavera al hemisferio norte y el otoño en el sur.
En unas zonas la vida se despereza y en otras se recoge.
Todo es relativo, dependiente de causas y condiciones.
Todo es efímero y cambiante.
¡Qué maravilla!
Buenos días a todos.
Amanece... ¡que no es poco!
Pinceladas que resaltan la belleza del momento, siempre efímero, siempre cambiante, siempre fresco.
Buenos días a todos.
Amanece... ¡que no es poco!
La imperturbable belleza, libre de cualquier propósito, que la vida nos brinda cada día con sólo permitir que su naturaleza se exprese libremente.
Buenos días a todos.
Amanece... ¡que no es poco!
Disfrutemos el hermoso presente que la vida ofrece a todo aquel que acude a la cita diaria.
Buenos días a todos.
Amanece... ¡que no es poco!
La luz creciente de este solsticio da la bienvenida al invierno. Así pueda disiparse la oscuridad en el corazón de los hombres y se alumbre un nuevo amanecer de armonía, amor y paz en todos los corazones.
Amanece... ¡que no es poco!
Siempre distinto, siempre humilde, el amanecer se muestra tal cual, sin adornos ni decorados, en su humilde esplendor sin pretensiones.
Amanece... ¡que no es poco!
La luz de vida se abre paso entre los negros nubarrones y los decora con sus colores.
Nadie pierde, nadie confronta.
La luz no lucha con la oscuridad, sólo deja que se exprese su naturaleza de luz.
Amanece... ¡que no es poco!
Tal como la luz del alba vence la oscuridad sin esfuerzo ni lucha, así podemos alumbrar en nuestros corazones la luz que nos libera de nuestras ilusorias tinieblas.
Amanece... ¡que no es poco!
El sol pinta de rojo el humo del fuego en señal de luto por tantos seres quemados vivos.
Amanece... ¡que no es poco!
Al alba, el pájaro de fuego se eleva buscando la silenciosa compañía.
Amanece... ¡que no es poco!
La vivencia compartida del presente cotidiano, el renacer lúcido de la vida que nos abraza.
Amanece... ¡que no es poco!
Tal día como hoy, amaneció el Dharma por primera vez y, desde entonces, no ha dejado de beneficiar a millones de seres, generación tras generación.
¡Qué maravilla!
¡Buenos días a tod@s!
Amanece... ¡que no es poco!
El grandioso espectáculo diario, la asombrosa contradicción de una esfera de fuego mortal que, sin embargo, es la energía que sostiene la vida.
Amanece... ¡que no es poco!
Hoy la luna llena se ocultó humildemente para sumarse al presente diario del astro rey.
¡Qué maravilloso espectáculo nos han brindado entre los dos!
Feliz Vesak y muy buenos días a todos.
Amanece... ¡que no es poco!
Este verano los planetas se están alineando.
Alineemos también nuestros centros interiores con el sol del amor compasivo que brilla en nuestro corazón.
Observa con serenidad los cambiantes paisajes interiores, la esencia inmutable de los subjetivos altibajos emocionales...
Calmly observe the changing interior landscapes, the immutable essence of the subjective emotional ups and downs.
Amanece... ¡que no es poco!
El amor todo lo puede, dejémonos guiar por su poder sanador. Dejemos que la vida disponga de nosotros como instrumento de su acción benefactora.
Amanece... ¡que no es poco!
Comienza un año nuevo, pero no será distinto si nosotros no cambiamos.
Amanece... ¡que no es poco!
Agradezco a la vida esta nueva oportunidad para dar pleno sentido a esta existencia.
Desde este momento hasta que me duerma, me esforzaré por hacer todo lo que es beneficioso, por evitar lo perjudicial, y practicaré el camino espiritual a fin de ser capaz de ayudar a todos a liberarse del sufrimiento y progresar hacia la plenitud.
Amanece... ¡que no es poco!
En este día onomástico de Juan de la Cruz, agradezco con serena alegría este nuevo amanecer de la vida, siempre incierta, cambiante y efímera.
Amanece... ¡que no es poco!
Maravilloso presente diario, efímero como la vida misma.
Amanece... ¡que no es poco!
Gracias.
Gracias a la vida por esta maravillosa oportunidad de gozar de su esplendoroso obsequio del eterno presente donde se encuentra la armonía lúcida y amorosa que da pleno sentido a esta existencia.
Amanece... ¡que no es poco!
La vida nos brinda su irrepetible fluir, su presente siempre nuevo y precioso.
Amanece... ¡que no es poco!
Formas amables y hermosas envuelven la humilde generosidad del sol que sostiene la vida.
Amanece... ¡que no es poco!
Colmados de bendiciones y gratitud por tan preciosas vivencias compartidas.
Amanece... ¡que no es poco!
En retiro, recogidos, serenos y muy lúcidos.
Un regalo de la vida que nos da refugio.
Amanece... ¡que no es poco!
Querido astro, amigo fiel que acudes a tu cita diaria con tu regalo de vida, sabiduría y belleza.
Amanece... ¡que no es poco!
Este presente diario es el premio cotidiano a la atenta constancia del madrugador.
Amanece... ¡que no es poco!
Ejemplo de constancia diaria, fiel a su cita la vida nos brinda cada día su maravilloso presente.
Amanece... ¡que no es poco!
Seamos generosos como el sol, que nos da la vida misma con toda esta belleza, sin esperar nada a cambio.
Amanece... ¡que no es poco!
El maravilloso presente del cambio eterno, que sólo está al alcance de aquellos que están libres de la esperanza del cambio en tiempos difíciles y del temor al cambio en tiempos agradables.
Amanece... ¡que no es poco!
Vivimos soñando una realidad fantasiosa.
Al menos procuremos que no sea una pesadilla.
Amanece... ¡que no es poco!
Mientras lavo el cuerpo, lavo la mente.
Mientras preparo el desayuno, preparo la mente.
Mientras vivo la jornada, la vivo con armonía, con plenitud de amor compasivo y sabiduría.
¡Qué maravilla!
¡ É-Ma-Hó !
¡ Buenos días a todes !
Amanece... ¡que no es poco!
Amanece... ¡que no es poco!
La cálida luz sustituye la fría oscuridad.
La serenidad y la armonía siguen presentes en la mirada ecuánime que no tiene preferencias.